martes, 16 de octubre de 2007

Emile Durkheim


HECHOS SOCIALES


Teóricos anteriores veían a la sociología con un espíritu muy positivista, dándole cualidades puramente psicológicas u organicistas. Por el contrario Durkheim concibió la existencia de fenómenos específicamente sociales ("hechos sociales"), que constituyen unidades de estudio que no pueden ser abordadas con técnicas que no sean las específicamente sociales.
Durkheim definió los hechos sociales en Las reglas del método sociológico como: ..."modos de actuar, pensar y sentir externos al individuo, y que poseen un poder de coerción en virtud del cual se imponen".
Durkheim también dijo que la sociedad era algo que estaba fuera y dentro del hombre al mismo tiempo gracias a que este adoptaba e interiorizaba los valores y la moral de la sociedad, de esto también deriva que unos se vean obligados a ciertos parámetros y limites de los que ellos no estan de acuerdo y se rebelan ante ella
Dichos hechos existen con anterioridad al nacimiento de un individuo en determinada sociedad; por lo tanto, son exteriores a él. Son colectivos porque son parte de la cultura de la sociedad, y son coercitivos porque los individuos se educan conforme a las normas y reglas de ella sólo por el hecho de nacer en aquélla. Durkheim afirmó: "si existían antes es que existen fuera de nosotros" y menciona la lengua natal, la escritura y el sistema monetario como ejemplos.

La división del trabajo social
En su tesis doctoral publicada en 1893, Durkheim considera el problema de la solidaridad social. Su estudio se basó en la distinción de dos formas de solidaridad. Pero primero deberíamos saber que la solidaridad es, para el autor, un hecho moral; por lo tanto, sin la posibilidad de aparecer positivamente, como un hecho externo, debe buscarse algún fenómeno que tenga esa existencia exterior, que sea tangible y positivo: que represente o indique a ese elemento moral. Él encuentra esas condiciones en las formas de la pena y éstas aparecen en las formas del derecho. La pena represiva, expresada en el derecho penal, aparece en aquellas sociedades con fuertes estados de
conciencia colectiva, para las cuales el crimen es una ofensa a toda la sociedad. Es por eso que se hace necesaria una dura pena. Esta característica se da en las sociedades primitivas. En cambio, en las sociedades modernas, se encuentra instalada la pena restitutiva, aquella que pretende volver las cosas al estado anterior a aquel en que fue cometido el crimen. La ofensa no se comete contra toda la sociedad, sino que es un problema entre las partes. En las sociedades modernas existen las formas de derecho civil, de la familia, del comercio. Los hombres, al nacer distintos entre sí, son diferentes, es por eso que existe gran división del trabajo social.
En las sociedades primitivas, la solidaridad surge de la
conciencia colectiva y la denomina solidaridad mecánica: la identificación con un grupo social se produce por las condiciones de igualdad, está en boga la idea de comunidad en tanto los individuos tienen "cosas en común", que producen un fuerte compromiso. En cuanto a la división del trabajo, no hay especialización, pero sí ascenso (Durkheim da dos ejemplos de sociedades primitivas en un contexto moderno: la Iglesia y el Ejército, fuertemente verticalistas ambas). En las sociedades modernas, esa conciencia colectiva es más débil y la solidaridad que existe en ellas es orgánica, puesto que surge de las diferencias producidas por la división social del trabajo, que es en general la respuesta que el siglo XIX da a la pregunta sobre el origen de todo hecho social. La solidaridad es, más particularmente, por necesidad en este tipo de sociedades, en las que las pasiones son reemplazadas por los intereses.
En esta obra aparece la primera formulación de una categoría que se instala firmemente en el pensamiento de Durkheim: la
anomia. Cuando comienza a analizar el funcionamiento de las sociedades complejas, (o modernas) se encuentra con dicha clasificación, entendiendo la anomia como una carencia de solidaridad social, dado que las relaciones con los órganos no están reglamentadas dado el desajuste originado por la permanente modernización. Particularmente, Durkheim encuentra en el contrato social un factor de anomia, ya que no garantiza el orden.
La
anomia será tratada en su obra El Suicidio, donde encuentra que el suicidio anómico se debe a una repentina ruptura del equilibrio social.

Método de estudio de los hechos sociales


Durkheim propone estudiar los hechos sociales como "cosas" (no porque estos sean cosas materiales propiamente dichas, sino por su característica de observables y verificables empíricamente), pues plantea que pueden ser observados y contrastados por medio del método científico, estableciendo tres reglas básicas.
La primera regla menciona lo necesario de desechar todas las ideas preconcebidas, utilizando sólo aquellos criterios y conceptos construidos científicamente. El sociólogo debe aislarse de sus creencias político-religiosas, porque podrían influir sobre los hechos sociales que se estudian.
La segunda define previamente el hecho social y lo segmenta. Tras la definición, se procede a la búsqueda y recopilación de datos acordes al caso estudiado, que permitan llegar a la elaboración de conclusiones.
Por último, la tercera regla menciona que sólo se debe tener en cuenta aquellos caracteres que tienen un grado de objetividad propio del hecho social. El sociólogo debe alejarse de las sensaciones de carácter subjetivo.

Idea de "estructura"


Para Durkheim, la sociedad está estructurada alrededor de un conjunto de pilares que se manifiestan a través de expresiones. Así, se acerca al Dios de Spinoza tal como fue tomado posteriormente por el estructuralismo, que encuentra así en este autor antecedentes y fundamentos. No obstante, no se debe confundir este concepto con la caracterización que Durkheim hace de Dios y las religiones, que, tal como figura en Las formas elementales de la vida religiosa, describe a las creencias religiosas expresadas en ritos, simbologías, emblemas o ideas abstractas como representaciones elaboradas por la sociedad para afirmar su sentido, su objetivo como tal. Las creencias se evidencian al padre de la sociología clásica como indispensables para la reproducción de la sociedad, en tanto acarrean una moral (de este modo, al hablar de creencias nos encontramos expuestos al factor subjetivista en el pensamiento de Durkheim, ya que para hacer efectivo el fin de los lazos sociales es necesario que los componentes de la sociedad se apropien de las creencias internalizadas y actúen conforme a ellas).
Así, la idea de Dios proviene del hombre, aunque su manifestación como sustancia sea spinoziana (expresa sus atributos pero no crea).
El sociológo Emile Durkheim estudia los hechos sociales como cosas aplicando métodos sociológicos donde define y agrupa los hechos sociales.

Idea de "función"
Tomada de Spencer, y en estrecha relación con el concepto de "estructura", la idea de función la lleva implícita: dada una sociedad estructurada en torno a un sistema, en él cada individuo cumple funciones o roles, es decir, un conjunto de obligaciones definidas antes de que su concreción llegue a darse. Esta idea constituye un legado importantísimo para el funcionalismo y el pensamiento norteamericano en general.

El Estado
Según la visión durkheimiana, el
Estado se define por las funciones que cumple, que deben ser limitadas, ya que no tiene que manejar los lazos sociales ni la conciencia colectiva. El Estado es un tipo de conciencia colectiva, pero no la concentra toda: es un órgano de pensamiento social, y su función específica es elaborar ciertas representaciones sociales para dirigir la conducta colectiva.

El conflicto
Ante el creciente desarrollo del marxismo en su época, que veía a la existencia de conflictos como propia de la sociedad y del autodespliegue de la historia, es decir, como factor necesario para el progreso; Durkheim entendía a los conflictos como anomalías dentro del avance hacia el
orden y el progreso, dos ideas centrales en las concepciones de la sociedad de aquella época.

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